7. La historia de Moisés



Moisés (c. 1400 a.C.) está considerado como uno de los líderes religiosos más importantes de la historia del mundo. Las religiones del judaísmo, el cristianismo, el islam y el bahaísmo lo reclaman como un importante profeta de Dios y el fundador de la creencia monoteísta.

 

La historia de Moisés se cuenta en los libros bíblicos del Éxodo, Levítico, Deuteronomio y Números, pero se sigue haciendo referencia a él en toda la Biblia y es el profeta más citado en el Nuevo Testamento.

 

A continuación, se detalla una lista de contenidos para luego ser leídos en la Sagrada Biblia.

 

1-      Introducción marco histórico

         - El pueblo judío en Egipto.

         - El crecimiento de la población.

         - La esclavitud del pueblo

           Ex. 1,1-22

 

2-      La persecución de los judíos.

         - El nacimiento de Moisés.

         - Moisés en la corte.

         - Moisés mata a un egipcio.

           Ex. 2,1-25

 

3-      La huida de Moisés al desierto.

         - Encuentra a una tribu

         - Esposa a una mujer


4-      Encuentro de Moisés con Dios

         - ¿Quién eres?

         - Moisés se comunica con Dios

          Ex. 3-6

 

5-      La gran tarea

         - Liberar al pueblo hebreo.

         - Las 10 plagas.

          - Celebración de la pascua.   

         - El cruce del mar Rojo.

          Ex. 7-15

 

6-      Inicio del Éxodo por el desierto

         - La Alianza de Dios con su Pueblo.

            Luego de 3 meses de haber salido de Egipto.

         - La Alianza / Los diez mandamientos.

           Dt. 5-6

 

7-      Hacia la tierra prometida

         - Una tierra habitada por otros pueblos

         - La escritura del Pentateuco.

 

 

La alianza de Dios con su pueblo:

La alianza, antes de referirse a las relaciones de los hombres con Dios, pertenece a la experiencia social de los hombres. Estos se ligan entre sí con pactos y contratos. Acuerdos entre grupos o individuos iguales que quieren prestarse ayuda: son las alianzas de paz (Gén 14,13; 21,22ss; 26,28; 31,43ss; 1 Re 5,26; 15,19), las alianzas de hermanos (Am 1,9), los pactos de amistad (1 Sam 23,18) e incluso el matrimonio.

 

Las condiciones de la alianza:

Dios, al otorgar su alianza a Israel y hacerle promesas, le impone también condiciones que Israel deberá observar. Los relatos que se entrelazan en el Pentateuco ofrecen varias formulaciones de estas cláusulas que reglamentan el pacto y constituyen la ley. La primera concierne al culto del único Yavé y la proscripción de la idolatría (Ex 20,3ss; Dt 5,7ss). 


De aquí se desprende inmediatamente la repulsa de toda alianza con las naciones paganas (cf Ex 23,24; 34,12-16). Pero también se sigue que Israel deberá aceptar todas las voluntades divinas, que envolverán su existencia entera en una red tupida de prescripciones: "Moisés expuso todo lo que le había prescrito Yavé. Entonces todo el pueblo respondió: `Todo lo que ha dicho Yavé lo observaremos' " (Ex 19,7s). Compromiso solemne, cuyo respeto condicionará para siempre el destino histórico de Israel.


La Iglesia Católica y la Iglesia Ortodoxa identifican una numeración diferente para los Diez Mandamientos. La establecida por la Iglesia Católica se basa en San Agustín, quien a su vez tomó el Deuteronomio como referencia. En general, los Diez Mandamientos se pueden dividir en dos bloques: tres que expresan amor por Dios, grabados en la primera tabla, y siete que se refieren al amor al prójimo, en la segunda tabla.

 

 

Los Diez Mandamientos

 

Yo soy el Señor tu Dios...  Dt. 5-6

 

I –   Amarás a Dios sobre todas las cosas.

. Dios debe estar por encima de todas las cosas y los seres.

 

II – No tomarás el nombre de Dios en vano.

. Usar el nombre de Dios con amor y no ofenderás su nombre.

 

III – Santificarás el día del Señor.

. Las fiestas dan nuestra identidad y nos indica a dónde vamos y de dónde venimos.

 

IV – Honrarás a tu padre y a tu madre.

. Amar, respetar y acudir en las necesidades a nuestros padres.

 

V – No matarás.

. Ama la vida, vivir la vida en plenitud, no solo la nuestra sino la de los demás, no hacer nada que vaya en contra la salud o riesgo de nuestra o la del prójimo.

 

VI – No cometerás actos impuros.

. Todo aquello que respecta a la sexualidad, no porque esta sea mala, sino por es la forma más sublime en la cual el ser humano puede amar a imagen del creador. Así mismo es la forma más degradante en la que puede llegar una persona cuando se desvincula el don de la sexualidad del amor y de la responsabilidad. Va contra este mandamiento todo aquello que me lleva a ver a las personas como objetos de placer.

 

VII – No robarás.

. Tener confianza de la providencia divina. No solo se puede robar materialmente, sino que podemos robarles a otros el amor que estamos llamados a darles, nuestro tiempo, nuestra escucha, nuestro cariño. El amor de Dios nos da: cosas, talentos para que las donemos a los demás; si las guardamos para nosotros, a alguien se las estamos robando.

 

VIII – No darás falsos testimonios ni mentiras.

. Jesús se presenta: Yo soy el camino, la verdad y la vida. El camino es siempre decir la verdad para tener vida, cuidar nuestra integridad como un auténtico espejo, en donde aquello que vive en mi interior se refleja en mi vida cotidiana.

 

IX – No consentirás pensamientos ni deseos impuros.

. Tener el corazón y la mente limpias enfocada en el amor a Dios y a las personas. Cuando ambicionamos otras cosas nuestros pensamientos divagan y pueden caer en el “no amor” y así nublar nuestra alma de la luz de Dios dentro nuestro. No utilizar a las personas para nuestros fines. Nuestra mente siempre tiene que estar enfocada en Dios. La mejor almohada es una consciencia tranquila. 

 

X – No codiciarás los bienes ajenos.

. Nuestro corazón a veces quiere poseer más cosas, para así cubrir su sed que solo Dios puede llenar. Si esto no se tiene claro, no me bastaran los bienes del mundo para poder saciar aquella sed; y así cuanto más tengo, más deseo tener. No importa lo que tengas, si lo tienes en Dios vasta para hacerte feliz. No importa lo que el otro tenga, por más que tenga más que yo. Lo que tú tienes disfrútalo como un don de Dios compartiendo con los demás.

 


Preguntas:


Puedes hacer tus preguntas en este link 


Marcelo Leppez Sánchez


 



Comentarios

Entradas populares